“........y la vi, era Alexandra Magma, recostada
impúdicamente sobre el lienzo del Jardín de las Delicias.........en una mano
una estampita de Don Bosco y con la otra, buscando la respuesta a las
Delicias.......así la ví...........y caí en un profundo sueño........el sueño más
real y húmedo .... que haya tenido”
-Cristhian Liebe (Homofobia, Cap. XIII)
Hieronymus, Jeroen, Bosco, Bois.
Los nombres y el hombre.
Hyeronimous Van
Aeken - Hieronymus Bosch - Jeroen Bosch - Bosco di Bolduc - Bois de Duc y otros....nació
el 2 de Octubre de 1450 en Bolduche (Hentogenbosch) Holanda, lugar cercano a
Tilburg, posesión del Duque de Borgoña.
Su familia Van Aeken procedían
de Aquisgran y se dedicaban al arte, especialmente a la pintura.
Así, por ser
artistas y pintores pertenecían al «gremio». Esto no es un hecho aislado o poco
importante en la historia y genio de El Bosco. Pues aquí radica el por qué y
como entender de hacerse conocido como El Bosco (en Neerlandés Den Bosch).
A la muerte de
su padre Antonius Van Aeken, su hermano mayor, fue el único con derecho para
poder usar gremialmente el apellido Van Aeken (estatutos de los Gremios
Corporativos - dígase Masónicos, de la época).
De esta manera, Jeroen
adapta como nombre artístico (o de gremio) el nombre obtenido de su ciudad
natal. Y asimismo latinizado. Pasando a firmar y hacerse conocer como
Hieronymus en lugar de Jeroen.
Para 1463, existen
documentos en donde utiliza el supuesto apellido «Den Bosch», aunque es
curioso, inclusive, que para 1480 se lo conoce casi popularmente en su país
como Die Maerlre (en Neerlandés «Jerónimo el Pintor»).
Las principales influencias
pictóricas, más allá de aquellas recibidas desde el gremio mismo, las podemos
encontrar en Martin Schongauer, Matthias Grünewald y sin dudas en Alberto
Durero. Aunque pueden ser consideradas simplemente como las influencias «externas»,
pues más allá de que enciclopédicamente se considera a El Bosco como pintor y
artista flamenco, las limitaciones y estilos suelen ser tiranos al considerar
la amplitud e interpretación de su obra.
No se tiene una información
amplia de su formación artística, pero se puede suponer (sin temor a errar
demasiado) que aprendió en el taller de su familia, dedicado casi especialmente
a la pintura al fresco, a dorar esculturas de madera y a la producción
especializada de objetos sagrados, trabajando especialmente en la Catedral de
su ciudad.
Cerca del 1480 se casó con
Aleyt (Aleid) Van der Mervenne, hija de un burgués rico Goyart Van der
Mervenne, el cual aportó como dote, algunos terrenos situados en Oorschot,
facilitándole el ascenso social hacia la alta burguesía urbana. Esto fue
importantísimo, pues le ubico en un standard social, donde pudo elegir
libremente los temas de sus obras (recordar la Inquisición).
En 1486 ingresa en la
Vrouwe Broederschap (Cofradía Religiosa de Nuestra Señora), corporación de gran
prestigio e influencia, a la que ya desde hacia tiempo pertenecía su esposa.
Es probable que ingrese en ésta
para poder protegerse de la inseguridad que se vivía en aquellos tiempos de
Inquisición, especialmente para los artistas.
Esta Cofradía era una
asociación de laicos dedicados al culto a la virgen y a obras de caridad, pero
también involucrada en la factura y puesta de representaciones sacras. Sin duda
el contacto con algunos de sus miembros, le sirvió a El Bosco para cultivarse
tanto artística como culturalmente. Como dato significante, en 1488 preside el
Banquete Anual de la Confraternidad. Y entre 1488 y 1489 pinta las alas del políptico
de la Confraternidad.
El Bosco parece enmarcarse
en una corriente mística prereformista, aunque podemos decir que es un punto de
comienzo solapado del reformismo histórico futuro. Esta corriente comienza con
Eckardt, continua con Suso y Taulero, siendo difundida en los Países Bajos por Gerardo
Grote, a quien se lo considera el iniciador de la Devotio Moderna (Movimiento
religioso de la Edad Media, relacionado al llamado Humanismo Cristiano, una
mezcla «letal» de Humanismo y Cristianismo, el cual es uno de los principales
contribuyentes del Luteranismo y Calvinismo).
Entre los años 1500 y 1504,
no se conoce mucho de él, es muy probable que durante estos años estuviese de
viaje por Italia y viviendo en Venecia. Pues podemos decir que, a partir de aquí
en estilo de El Bosco cambia en una dirección más técnicamente renacentista. El 9 de Agosto de 1516 muere.
Dime de cuando vienes y te diré quien
eres
El nacimiento
de El Bosco coincide con una época clave en el desarrollo de la humanidad, en
su pensamiento, arte, cultura, ciencia, etc. Para poder entender un poco esto,
que también sin dudas hizo a las influencias artística y humana del El Bosco,
veamos:
En el año 1450 se publican
las 78 cartas del Mazo de Tarot de Sforza, el Libro de Abramelin aparece más
como una especie de novela que como un libro de fórmulas mágicos teúrgicas - goéticas.
En 1453 cae Constantinopla,
causando la dispersión de muchísimos de los escritos Griegos trascendentales,
aportando un desarrollo extra a la cultura occidental.
En 1455 nace Johannes
Reuchlin.
En 1462 nace Johannes
Trithemius.
En 1463 el Papa Nicolas V
autoriza el establecimiento de la Inquisición, a modo de investigar la herejía
entre los Marraneos. Nace Pico de la Mirandolla.
En 1471 Ficino traduce el
Corpus Hermeticum.
En 1474 Fernando e Isabel
asumen el trono.
En 1475 Sale a la luz
Pretiosissimum Donum Dei (El más preciado don de Dios), texto alquímico
conteniendo 12 imágenes muy especiales (en la actualidad solo existen 60
copias).
En 1476 George Ripley
escribe Medulla Alchemiae.
En 1477 Thomas Norton
escribe Ordinall of Alchemy.
En 1484 Cristhian
Rosenkreutz, el fundador del Rosacrucismo, muere, tal como lo dice la Confessio
Fraternitatis. Avicena escribe De Anima.
En 1485 es publicada Summa
Perfectionis, atribuída a Geber.
En 1486 Se publica el Malleus Maleficarum.
En 1488 se imprime la
primera versión de la Biblia Hebrea. La figura de Hermes Trismegistos es
colocada en el mosaico del pavimento de la Catedral de Siena.
En 1489 se publica Libri de
Vita de Ficino.
En 1494 se publica De Verbo
Mirifico de Reuchlin.
En 1499 muere Ficino.
Sin dudas algunos de estos
acontecimientos y sus consecuencias, influenciaron la carrera humano - mística
- artística de El Bosco. Tal como trataremos de reflejar a continuación.
(Click para ampliar)
Jerónimo ...........
¿fue en un
Bosco o un Jardín?
El universo de
El Bosco parece ser una fórmula muy personal de aquel universo compuesto por
los reinos y jerarquías extraídos del mundo hermético - místico - religioso de
occidente más la consideración de aquellos creados y concebidos por su propio e
incansable ingenio.
Que cuando los vemos
plasmados en sus obras, parecería que se confunden, se amalgaman, se fagocitan,
se generan y degeneran con cada visión.
Sin embargo, penetrando en
la obra de ese universo confundido a prima facie, se empieza a descubrir un
orden, que parecería tramado con una perfección, que nos llevan a concluir sin
la mínima duda, que El Bosco era un certero conocedor de ciertas claves y
misterios, extraídos del hermetismo, y aquel juego alquímico planteado entre
los misterios de la naturaleza universal y el hombre buscador.
Siguiendo la tradición de
los misterios, El Bosco es consecuente con la costumbre que venía siendo
practicada por los adeptos alquimistas, no expresando con claridad la
profundidad del mensaje que menciona y muestra en sus obras, por el contrario
con toda fuerza y propósito los cubre de varios velos, tal que el mensaje
verdadero pasase inadvertido para el profano, y solo pudiese ser captado por
aquel poseedor de las claves, el iniciado en los misterios. Por ello, desde una
mirada superficial, parecería que el mensaje pictórico de El Bosco parezca
ambivalente, retorcido, extraño, y hasta cargado de cierta cosa «demoníaca» y
perversa. Pero una mirada más atenta, nos dice que el Artista Holandés conocía
con perfección la simbología alquímico - hermética, y desde allí que podamos y
hasta debamos considerarlo un iniciado, un adepto en el misterio hermético.
De sus obras, una
importante cantidad sigue este lineamiento, donde El Bosco deja ver su pasión y
esfuerzo por mostrar misterios velados detrás de un entreverado simbolismo,
oscuro y hasta siniestro. Pero, es tal vez «El Jardín de las Delicias», la
muestra más importante de su obra, donde esta meta es alcanzada y hasta superada
en sí misma.
El Jardín de las Delicias
está compuesta por tres paneles: El Jardín de las Delicias en el centro, El
Paraíso terrenal a la izquierda y El Infierno Musical a la derecha.
En este tríptico, El Bosco
nos presenta un mundo que asciende hacia el estado de redención o podríamos
decir de reintegración por medio del proceso de la putrefactio (putrefacción),
cuyo proceso nos es mostrado por medio de una gran cantidad de símbolos alquímicos
estratégicamente constelados sobre la pictografía. De estos, el símbolo
principal representado es aquel símbolo de la Conjunctio (Conjunción).
En el panel medio, El Bosco
nos muestra una cantidad de seres como absortos enlazados y poseídos en los
placeres del amor en el interior de esferas transparentes. Estas figuras
dispuestas en parejas, en extraños actos amoroso sexuales, representan la unión
del Azufre y el Mercurio alquímicos, de la Tintura Roja y Blanca, de aquellos
contrarios alquímicos, personajes centrales de la Obra, de los cuales se debe
parir u obtener el Oro Filosófico en el interior de este Huevo Hermético.
Estas extrañas cámaras
nupciales esparcidas en el panel central, están evocando el momento en el cual,
el elemento volátil y el elemento fijo de la materia de la Obra se disuelven
conjuntamente y se unen profundamente, fundiéndose en uno, y formando el Andrógino,
aquel Rebis Alquímico, simbolizado por un hombre que separa sus piernas, o bien
por aquel hombre vestido a la manera de un príncipe, que posee dos cabezas.
Este Andrógino es símbolo de la Piedra Filosofal, aquella meta de la Obra.
Podemos observar la posición
de las manos en forma de vágina o matriz femenina, quizás simbolizando la idea
de generación o de nacimiento.
En los principales cánones
de la Alquimia, podemos leer que: «El casamiento del Azufre y el Mercurio, el
Sol y la Luna, el Rey y la Reina (véase Las Bodas Químicas de Cristhian
Rosenkreutz), es el símbolo principal de la Alquimia. Fundada en la idea que
con la pérdida de la gracia original, de aquel estado «edénico», el hombre se
encuentra naturalmente dividido interiormente y no recobra su integridad hasta
que reconcilia las dos fuerzas, cuya discordia actual lo debilita y es sinónimo
de caída.
La recuperación de aquella
naturaleza completa (Reintegración de los Seres) del hombre es la condición
previa y fruto de la unión con Dios. Este casamiento de las dos fuerzas psíquicas,
masculina y femenina, conduce finalmente a las bodas del espíritu y del alma, y
así como dice el Corpus Hermeticum que el espíritu es Dios en los hombres,
entonces la unión alquímica es afín al llamado matrimonio místico entre Dios y
el Hombre».
El símbolo del Matrimonio Místico
(Conjunctio) está fuertemente ligado a la muerte. En el casamiento místico el
Mercurio se incorpora al Azufre y viceversa, ambas fuerzas «mueren» en su
calidad individual, y en la de antagonistas y oponentes. Entonces, la Luna
(Alma) variable y reflectante como un espejo, se une al inmutable Sol (Espíritu),
de manera que de la muerte de ambos resulta el Andrógino Iluminado, aquel Puer
Divinus.
Pero debemos entender que,
El Bosco no se limita en su obra solo al Huevo o Vaso alquímico y lo que sucede
en él durante el proceso mismo. Sino que también aprovecha e incorpora el símbolo
alquímico del Baño. Recordemos que los alquimistas representaban al Rey y a la
Reina en un Baño (entiéndase que muchas veces este Baño, como una limpieza
previa que podía suceder por agua o inclusive por fuego) antes del coito místico,
o inclusive que este coito sucedía dentro del agua.
El Jardín de las Delicias
nos muestra a las parejas en el agua, en el momento de satisfacer sus impulsos
amorosos, en su mayoría expresado por cierta carnalidad sexual. Y es importante
en este sentido recordar que, el agua es materia fundamental en la Alquimia,
esa agua mercurial, también muchas veces denominada «tierra».
El Huevo ha sido desde
siempre en la tradición símbolo del Alambique, aquella herramienta del
laboratorio, que contenía el fermento alquímico, siendo de muy especial
significación en el genio inspirado de El Bosco.
En los antiguos tratados y
textos de la Alquimia, el Huevo era la imagen del Universo y de la Gran Obra,
pero también la imagen del Alambique lleno de productos destinados a la esa «cocción
canónica».
En el panel central, vemos
a uno de los personajes que está en el carrousel del centro (que es el centro
geométrico del panel) sosteniendo un huevo en equilibrio sobre la cabeza,
mientras más allá una multitud se acerca a la entrada de otro huevo para ser
engullida.
Un hombre en posición
invertida y con sus piernas abiertas (símbolo del Andrógino) mantiene entre
ellas un huevo, del cual nace una cigüeña (símbolo de alta importancia en la
Alquimia).
En El Infierno Musical
aparece un hombre - huevo, cuyas piernas son árboles huecos y cuyos pies son
dos naves.
Así, el Huevo para los
alquimistas es el símbolo del Alambique u Atanor, o sea, el lugar en donde se
produce la cocción de los elementos destinados a la consecución de la Piedra.
Este Atanor, no es otro que
el propio cuerpo del hombre, lugar natural en donde se engendrará la Piedra.
En Practica del Arte Alquímico
de María la Profetisa, se habla de la preponderancia del Vaso o Huevo
Filosofal, de la siguiente manera: «Todos los filósofos enseñan estas cosas,
excepto el Vaso de Hermes, porque es divino, escondido y viene de la sabiduría
del Señor del Mundo y aquellos que lo ignoran, no saben del régimen de la
verdad, a causa de la ignorancia del Vaso de Hermes». En la misma forma, en el
opúsculo anónimo Ludus Puerorum (Juego de Niños) se indica: «Es en el Huevo o
Vaso de los Filósofos donde nuestra Piedra debe ser colocada, a fin de que por
el fuego y el arte sea perfeccionada». Al respecto Moriero dice: «Si los
antiguos sabios no hubiesen encontrado el Vaso o Huevo en que ha de estar nuestra
Piedra, nunca habrían llegado a la perfección de este magisterio». Y asimismo
prosigue: «Conoce la medida o el grado del Vaso o Huevo de nuestra Obra, porque
el Vaso o Huevo es la raíz y el principio de nuestro magisterio. Y este Vaso es
como la matriz en los animales, porque en ella engendran, conciben y nutren
igualmente la generación. Por ello, si el Vaso de nuestro magisterio no es
conveniente, toda la Obra es destruida y nuestra Piedra no produce el efecto de
nuestra generación». Se ha dicho también: «El verdadero Atanor, aquel utilizado
para la Obra Mayor, es el cuerpo humano y por consiguiente una imagen
simplificada del cosmos. Lo más importante del Horno - Atanor - Huevo es el
fuego.
El fuego representa la
fuerza erótica que debe ser excitada y dominada para provocar la concentración
interna. Se entiende por qué los alquimistas previenen siempre contra el fuego
demasiado vivo o inconstante (Régimen de los Fuegos). Este fuego es avivado por
una corriente de aire que circula en el interior del horno. Indicando al
importancia de la respiración regulada del cuerpo humano. En el interior del
cuerpo humano el recipiente - huevo se localiza en el plexo solar, Para un arte
espiritual se debe hacer del cuerpo la base metodológica».
La Nave es un símbolo al
cual los alquimistas dieron diferentes significados, puede representar tanto el
Mercurio, como Materia Prima, como también el Alambique en el cual se ejerce la
Gran Obra.
En El Infierno Musical,
encontramos al hombre - huevo sostenido por dos pequeñas naves.
En El Jardín de las
Delicias (parte central), se ve una nave que transporta una mujer que
experimenta las insinuaciones de un negro. Siendo ésta, una clara alusión a la
Conjunctio que debe desarrollarse en el Alambique - Nave de la Obra Alquímica.
La Nave es el cuerpo, la
materia. Los negros que pululan en El Jardín de las Delicias son evocaciones
constantes de la fase Nigredo o Putrefactio (Putrefacción), que da comienzo a
la Obra. Recordemos las tres etapas del proceso alquímico: Nigredo o fase Negra
(Putrefacción), la Albedo o fase Blanca (Purificación) y por último la Rubedo o
fase Roja (consecución de la Piedra). La Nigredo es la desintegración de la
materia en nuestro interior, la muerte y putrefacción del Rey y la Reina a través
de la Conjunctio.
Otro símbolo es el de La
Fuente de la Juventud, que ofrece en sus aguas el elixir de la larga vida,
siendo un símbolo central en la estratégica simbólica alquímica.
El Jardín de las Delicias
presenta en su centro un alto alambique, emergiendo su cuello de una media
luna. Del cuello, fluyen dos fuentes de agua mágica que cae sobre el lago que
se encuentra en su base. Un personaje traga con placer esta agua que brota de
la fuente.
Este mismo motivo de la
Fuente, es presentado por El Bosco en El Paraíso terrenal, donde vemos a Adan y
Eva en el paraíso. En el centro de un estanque se alza otra elegante fuente con
variadas salidas de agua.
Es importante recordar aquí,
la relación existente entre estas fuentes que vivifican y los baños que hacen
las delicias de la humanidad. Fuentes y baños se encuentran constantemente en
varios tratados alquímicos. Por ejemplo en el Rosarium Philosophorum de Arnaldo
de Vilanova, podemos ver al Rey y la Reina sentados en un estanque lleno de
agua, donde realizan el coito bajo los augurios del Sol y la Luna.
En De Sphaera, se encuentra
una miniatura que coloca a la fuente de la juventud bajo la influencia de
Venus, una joven rubia que tiene una rosa y un espejo en las manos y su vientre
está decorado por una estrella de ocho puntas, la estrella polar.
En el plano central de la
obra de El Bosco, podemos ver un estanque circular en torno al cual gira un
carrousel de hombres montados sobre todo tipo de animales. Mujeres y negros
juegan dentro del estanque, cuervos negros y cigüeñas blancas se posan en la
cabeza de las mujeres.
Estas oposiciones entre el
color blanco y el color negro corresponden a las dos operaciones alquímicas
anteriormente mencionadas: la Nigredo o Putrefacción y la Albedo o fase blanca,
preparación de la fase roja definitiva, punto final de la Obra.
Podría ser, solo como una
especulación, que esta obra de El Bosco esté dedicada a la Obra en Blanco, ya
que la fuente central muestra una gran media luna, símbolo inequívoco de la
Plata. Siendo esta Plata, no la Plata material como tal, sino que es a su vez
el símbolo de la consciencia purificada, que es el estado que precede a la
Piedra Roja, el Sol, el Oro, estado de iluminación del iniciado. Por ello podría
ser la pintura en su totalidad el proceso iniciático primario para comenzar la
segunda etapa iniciática o aquella conocida como iniciación interna o iniciación
mayor, a la cual no puede llegar sin haber soportado el paso y sufrimiento
iniciático de la Obra en blanco del iniciado.
Todas estas observaciones
nos permiten suponer que El Bosco era un iniciado, o por lo menos estaba
relacionado con una escuela de iniciados en la Alquimia. Mostrándonos por un
lado las regiones infernales y por el otro los jardines celestiales. Siendo
esta dicotomía, la expresión más intensa de la melancolía del iniciado que
lucha contra las tentaciones del mundo y su alegría en la iluminación final.
Dicotomía y dualidad, sin la cual la iniciación no
tendría sentido ni
fundamento.
En El Jardín de
las Delicias, hombres y mujeres, negros y blancos, se «abandonan» a las
caricias amorosas, continuando la alusión a las dos fases de la Obra:
putrefacción y purificación, concibiendo la idea de que una sin la otra no
pueden gozarse o acariciarse, precediendo el éxtasis de la fase en Rojo, el León
Rojo, el Hijo de la Filosofía, la Piedra Filosofal y todos aquellos apelativos
que esta idea insinúa.
En esta misma pintura, el
desfile de la lujuria está representado por los animales cabalgados: panteras,
leones, ciervos, jabalíes, y otros. Todos ellos símbolos de las pasiones, como
un mensaje al iniciado de que debe dominar los instintos y las pasiones,
simbolizadas por estos animales. La procesión no puede ser más explícita, son
iniciados que han alcanzado un cierto grado de sabiduría y utilizan la energía
sexual para la transmutación.
Muchas de las parejas que
aparecen en el centro tienen un fruto rojo sobre la cabeza o en sus manos. Las
mujeres tienen cuervos negros sobre la cabeza (símbolo de la fase Nigredo,
disolución del Mercurio y del Azufre vulgares). La imagen de la pareja en el
interior de la bola transparente es un motivo constante en los texto alquímicos,
es la conjunción o disolución perfecta que sobreviene en el alambique, esto es,
en el interior del cuerpo humano, la muerte del Rey y al Reina para que de sus
cenizas nazca el Hijo de la Filosofía.
De la misma forma, en El
Infierno Musical, el condenado que defeca monedas de oro (de la Putrefacción
surge el oro de los alquimistas, el Sol espiritual, la Piedra Filosofal), el
condenado que vomita rechazando las cosas no asimiladas por el proceso alquímico,
el árbol hueco, el alambique natural de donde se cuecen el Mercurio y el
Azufre, equivalente al cuerpo humano, el hombre huevo, cuyas piernas reposan
sobre dos pequeñas naves, alusiones al carácter esencial del hombre, que es el
alambique natural en cuyo interior se produce la Gran Obra, la conjunción del
Mercurio y el Azufre purificados, principios femenino y masculino, reunidos en
el Andrógino.
Sin dudas, El Bosco conocía
perfectamente el bestiario alquímico.
En El Paraíso Terrenal, todos los animales beben de
la fuente. Podemos ver a un unicornio (símbolo alquímico del principio
masculino del Azufre) y a un toro que nos muestra el lomo. Entendiéndose que el
carnero y el toro, en su significado zodiacal señalan dos períodos astrológicos
bastante favorables a las operaciones de la Gran Obra. El unicornio es uno de
los símbolos preferidos de los alquimistas, imagen del principio masculino
activo, y es por eso que lo encontramos generalmente acompañado de una virgen,
imagen del principio pasivo.
En esta misma pintura, El
Bosco nos muestra también dragones, cuervos y cisnes. En los tratados alquímicos
el dragón es símbolo polivalente que puede significar tanto el caos como la
materia prima. Simboliza también la putrefacción. A menudo, se representa al
alquimista armado como un guerrero luchando contra el dragón, intentando
elaborar el oro a partir de la materia prima a la que son reducidos los metales
o estados de consciencia impuros. Si el dragón tiene tres cabezas, como tiene
el tríptico considerado, significa la extracción de las tres materias de la
Obra: la Sal, el Mercurio y el Azufre. Del mismo modo que la serpiente, el dragón
puede ser Ouroborus e ilustrar el mismo principio del Uno-Todo.
El cuervo de negras plumas
encarna la materia en fase de putrefacción o Nigredo. Mientras que el cisne,
imagen de la blancura, simboliza la materia en fase de purificación o Albedo.
Jerónimo.............¿estuviste en
Woodstock?
Fraenger conjetura una relación existente entre El
Bosco y los Homines Intelligentiae (escuela difundida por Alemania y los Paises
Bajos desde principios del Siglo XV, influenciada directamente por los Hermanos
del Libre Espíritu).
Los Hermanos del Espíritu
Libre entendían el acto sexual como un recreo paradisíaco en este plano, y
defendían en particular la unión del amor espiritual y el sensual para
restablecer al inocencia de los progenitores, o en la originaria identidad
hermarfrodítica de Adan todavía conteniendo en sí a Eva.
En el panel central de El
Jardín de las Delicias, encontramos referencias constantes a esta unión sexual
o Conjunctio como medio de redención, todo ello en la base de la doctrina hermético
- alquímica, que el iniciado debe descender a las aguas pestilentes de la Estigia,
morir y renacer a una nueva vida más esplendorosa, ahora en otro plano.
Para los alquimistas el
descenso a los infiernos es efectuado por el símbolo de la unión sexual, la
Conjunctio Oppositorum, la unión de los principios opuestos, macho - hembra,
Azufre - Mercurio, Rey - Reina. Esta unión produce la muerte de ambos elementos
para la formación de un tercero que no es otro, que el Hijo de la Filosofía, el
Puer Divinus, la Piedra Filosofal, el Elixir de la Vida Eterna, que a su vez es
un estado de perfección conseguido por el iniciado, por medio del cual el
acceso al conocimiento es logrado definitivamente. Así, de esta manera, se
logra el estado permanente, del hombre totalmente regenerado, reintegrado, «salvado»,
y devuelto a su función mediadora entre el cielo y la tierra.
..........parado frente al Tríptico
del Jardín de las Delicias, en ese excesivo lugar que es el Museo del Prado, mi
ocasional acompañante me dice: «-sin dudas obra de un loco»......me reí con saña
frente a él, pensé en el Arcano 0 del Tarot......volví a reírme y le dije: «-sí,
estas totalmente en lo cierto......cuando salgamos de este templo, te invito a
brindar y beber por su locura-» (Conversaciones con el Angel Caído - Noches en
el Parque del Retiro de Gabriel P. Naude)